5 PASOS PARA CONSEGUIR UN REFUERZO SOCIAL EFECTIVO

Cada vez es más frecuente hablar del refuerzo social, pero qué es exactamente, qué efecto tiene en los perros y cómo debemos manejarlo no es tan conocido, por desgracia.

Antes de hablar de refuerzo social debemos tener claro que los perros son animales sociales, y como tales poseen la característica innata de encontrar satisfactoria en sí misma la interacción con los miembros de su grupo social (es decir, no necesitan de ningún refuerzo externo asociado para buscarla porque disfrutan con ella).

”Los perros son animales sociales, y como tales poseen la característica innata de encontrar satisfactoria en sí misma la interacción con los miembros de su grupo social.”

A los humanos nos pasa lo mismo, por eso cuando quedamos con un buen amigo para tomar una cerveza lo hacemos porque nos gusta hablar con él, porque disfrutamos de su compañía y conversación, siendo ese el objetivo. La cerveza y el lugar donde quedar serían herramientas que se utilizan, pero no la finalidad.

Haciendo el paralelismo con los perros, la comida y el juguete pueden ser grandes herramientas, pero no deberían convertirse en la finalidad de la interacción social desde el punto de vista del perro.

El problema viene cuando su motivación por conseguir esos elementos supera con creces a su motivación por interactuar con nosotros: el refuerzo social empieza a cobrar cada vez menos fuerza y el perro empieza a dejar de responder a él.

Este es el motivo de que sea tan importante activar la capacidad social de los perros desde una edad temprana. Si no es así, no está todo perdido: podemos hacer mucho para recuperar esa motivación natural hacia las interacciones afectivas, pero en algunos individuos es posible que la mejora sea limitada debido a esa falta de estimulación.

  1. Ten en cuenta la raza y el carácter innato de tu perro:

Hay razas que tienden a evitar las caricias físicas y prefieren las verbales, otras que disfrutan de las caricias (ya sean físicas o verbales) de cualquiera y jamás se cansan, otras que prefieren las interacciones bruscas y no responden del todo a las alabanzas… Y dentro de esas razas, podemos encontrarnos con individuos que se caracterizan por todo lo contrario.

Esto significa que, tengas el perro que tengas, no puedes saltarte el siguiente paso:

 

”Una caricia no tiene sentido si no hace disfrutar al que la recibe.”

 

  1. Descubre qué tipo de caricias le gustan más:

-Verbales: Juega con el volumen y el tono de tu voz, utiliza palabras con distinta sonoridad, haz ruiditos, etc. La idea es conseguir llamar su atención y que quiera interactuar contigo.

-Físicas: Escoge con cuidado la intensidad, zona, dirección y tipo de caricias. Una caricia no tiene sentido si no hace disfrutar al que la recibe.

Para asegurarte del efecto que tienen en tu perro, deberías probarlas todas de manera aislada y observar su lenguaje corporal. Si muestra señales afiliativas (acercarse, mover el rabo, etc.) durante una interacción, has encontrado una caricia que le encanta a tu perro. Si aparecen signos de estrés (bostezar, lamerse la nariz, sacudirse…), miedo o incluso agresión, deberías seguir buscando.

 

  1. Interactúa a menudo con él sin comida ni juguetes de por medio:

Cuando tengas claro qué caricias le gustan más a tu perro, utilízalas en cualquier momento del día para fortalecer la relación entre ambos.

Procura adaptar el tipo de caricias que le ofreces al momento emocional en el que se encuentra, ya que lo más seguro es que no le apetezca recibir una caricia física mientras está comiendo, ni que intentes llamar su atención efusivamente con caricias verbales mientras está durmiendo.

Ten en cuenta también el nivel de estímulos del ambiente. Es normal que no te preste mucha atención si le hablas mientras está olisqueando algo, por ejemplo. Empieza haciéndolo en situaciones más fáciles para él (en casa, por ejemplo).

Lo más importante es que nunca le fuerces, simplemente anímale a acercarse para interactuar contigo y ten mucha paciencia.

 

  1. Introduce estas interacciones durante el adiestramiento:

Al introducir la interacción social cuando trabajamos con nuestros perros, además de mejorar el aprendizaje y la relación, mantenemos un equilibrio entre la recompensa que viene de fuera (comida o juguete) y la satisfacción interna que supone interactuar con nosotros.

Estamos demasiado acostumbrados a basar completamente el adiestramiento de los perros en chuches o juguetes y esto repercute negativamente en su capacidad para sentirse premiados cuando estos elementos no están presentes.

En DogSoul no negamos la utilidad de estos refuerzos, especialmente durante las fases iniciales del aprendizaje, pero entendemos que siempre deben ir acompañados del refuerzo social e incluso quedarse en un segundo plano en relación a él. Una vez que el perro ha entendido lo que queremos enseñarle, en la mayoría de los casos podremos retirar esos elementos externos y mantener la conducta en el tiempo únicamente a través de motivaciones sociales.

Los perros son animales colaborativos, y no hay nada más bonito que felicitar a tu perro por un trabajo bien hecho y que él se alegre igual que tú de poder celebrarlo juntos.

 

  1. Asegúrate de reforzar socialmente a tu perro cuando gestione correctamente las situaciones que se le presentan en el día a día:

El mundo humano es muy complejo para ellos, por eso es tan importante nuestra labor como guías. Ayudarles a saber cómo deben comportarse en cada situación es nuestra responsabilidad, y por desgracia solemos tender a prestar más atención a las conductas inadecuadas que muestra nuestro perro que a las adecuadas.

Cuando tengas claro qué caricias son las favoritas de tu perro, utilízalas en el día a día siempre que tengas ocasión. Felicitar o acariciar a nuestro perro no nos cuesta nada y a todos nos gusta que nos digan las cosas que hacemos bien 🙂

Como conclusión final, podemos decir que llegados a este punto hay 2 caminos posibles: el primero es ignorar las capacidades sociales de los perros y tratarlos como a máquinas generadoras de conductas. El segundo, que es el que escogemos en DogSoul, es aprovechar esas capacidades para dejar de ser dispensadores de comida o juguetes y convertirnos en lo que siempre fuimos y nunca debimos olvidar: sus compañeros.

Si necesitas asesoramiento para mejorar la relación con tu perro, contacta con nosotros .